Colección: Jabón simplificado

TODO EMPEZÓ CUANDO...

En febrero de 2013 decidí destetar a nuestra hija pequeña y darle leche de vaca. No teníamos idea de que era alérgica a él y le salió un sarpullido en todo el cuerpo. Bueno, mierda.

Investigué un poco sobre las opciones y nos decidimos por la leche de cabra después de leer que muchas personas que son intolerantes a las proteínas de la leche de vaca pueden beber felizmente leche de cabra durante todo el día. La leche que compramos en nuestro querido HEB sabía a zapatos mojados así que decidimos comprar nuestra primera cabra lechera. Encontramos a Sarah, una preciosa cabra lechera nubia de color moreno que ya estaba en ordeño. ¡Unos cuantos videos de YouTube más tarde y estábamos aprovechando!

Avance rápido unos meses——————>
Había estado comprando jabón de leche de cabra hecho a mano a una señora que lo vendía en un Market Days (compras al aire libre) cercano. Los días de mercado sólo se celebran una vez al mes por aquí y ella no apareció durante dos meses seguidos. Lo sé, el descaro de esta señora de tener algo más que hacer ese día. Es broma... más o menos.

Mi número 1 tiene una piel ridículamente sensible que le produce un sarpullido en todo el cuerpo cuando entra en contacto con sustancias químicas comunes que la mayoría de nosotros podemos tolerar. Como lo único que puede usar es jabón de leche de cabra, se estaba fabricando jabón de leche de cabra. De regreso a YouTube voy.

Bueno, sucedieron cosas. Descubrí que me gustaba hacer jabón. Mi casa olía genial, mi piel se regocijaba y fluían jugos creativos. Resulta que hay muchas personas que conozco que tienen la piel de mariquita y necesitaban deshacerse del Dial. Sucedieron más cosas y luego más cosas y me encontré soñando despierta con vender mis jabones. Por desgracia, no soy exactamente una persona sociable...

La venta al por mayor parecía un plan, así que me armé de valor y me acerqué a algunas tiendas y tuve un poco de éxito. Yo estaba enseñando en la escuela en ese momento y en los centros y decidí que tenía que elegir uno u otro: enseñar o enjabonar. Siempre me he considerado una persona razonablemente disciplinada, así que nos lanzamos de lleno. Eso fue en 2014.

Hoy hacemos malabarismos con 4 niños, un negocio que está creciendo por sí solo, una colección de lecheras, 6 gatos, 3 perros callejeros inútiles y karate 5 días a la semana. No me imagino que lo haría de otra manera.

- Ceniza